lunes, 21 de abril de 2008

Nissan X-Trail

El segundo día del lanzamiento de la nueva Nissan X-Trail en Santa Cruz comenzó con una caminata sobre el glaciar Perito Moreno y el clásico brindis con Chivas Regal con hielo milenario. Ahí el director de Nissan Argentina, Carlos Sucasas, hizo el anuncio más importante del evento: “Nissan se decidió a competir en todos los segmentos del mercado argentino. Vamos a lanzar dos modelos por año para seguir molestando a nuestros competidores”.

El segundo lanzamiento del 2008 aún no está confirmado, pero se sabe que será un sedán de segmento superior al Tiida. Puede ser el Sentra, que ya se vende en Brasil, o el más lujoso Máxima.

Al mediodía fuimos al hotel-estancia Eolo, un campo de 75 mil hectáreas donde, después de comer un buen asado sin alcohol, pudimos probar la X-Trail sobre una pista diez kilómetros de extensión, con obstáculos naturales y artificiales.

Las nuevas dimensiones exteriores se notan también en el interior, con un baúl realmente enorme y una posición de conducción muy cómoda. En las terminaciones abundan los plásticos, aunque todos son de una calidad aceptable. Resulta insólito descubrir que en el habitáculo hay ocho posavasos (algunos refrigerados) y de diferentes tamaños. A veces me pregunto: ¿sed de qué tienen los usuarios de las SUV?

La nueva X-Trail sorprende por la suavidad de su andar, de los comandos y el silencio del motor. La caja CVT opera en forma lineal, sin saltos, como si fuera una Zanella (disculpen la licencia mtafórica). Sin embargo, la segunda generación CVT que equipa esta X-Trail también tiene la posibilidad de utilizar un modo secuencial, donde se pueden elegir hasta seis marchas que permiten disponer de un mayor torque con un simple golpe de palanca.

El nuevo sistema 4x4i sigue siendo una típica tracción integral inteligente. Es decir, no tiene caja reductora ni bloqueos mecánicos, pero es posible que sea la más sofisticada y efectiva de su clase. Como en la Audi Q7, el sistema funciona en combinación con el control de estabilidad y tracción para mejorar el agarre. También dispone del sistema de ayuda para subir y bajar pendientes, que prescinde por completo de los pedales.

Tiene un despeje al suelo de 20 centímetros, aunque el ángulo de salida no es el ideal: en los diez kilómetros del circuito arrastré el paragolpes trasero en más de cinco oportunidades. Punto a favor: no logré romperlo.

Es cierto que el circuito carecía del único elemento donde suelen fracasar los sistemas de doble tracción electrónicos: el barro pesado. Pese a ello, la X-Trail cumple con creces con lo que demanda el usuario promedio de este tipo de autos: un vehículo familiar que permita algunas ocasionales excursiones off-road con seguridad, confort interior, buen equipamiento y espacio suficiente para que la bebida nunca falte.

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